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Capitulo 44 El sendero de los Muertos II

Hola, publicare los martes y sabados, es mas comodo para mi. Gracias a todos. Los videos de esta semana, bueno primero que todo Plan B, de ese estupendo grupo argentino llamado Catupecu Machu. Este video y el hombre de la espada, la letra de la cancion, nostalgica y desesperada, me recuerdan mucho a Draco. Cuando lean el capitulo entenderan.

De manera increíble, despertaron al anochecer del otro día, les habían colocado un somnífero en la comida. Después de más de 24 horas durmiendo, ambos estaban bastante aturdidos. Todo había sido diseñado para poner a prueba sus barreras psicológicas y físicas.

Pansy se levanto tambaleando y mareada, como pudo llego al baño, Bill solo la escucho vomitando, se levanto, igualmente mareado y con nauseas, pero las controlo, humedeció una toalla y con ella le aseo la cara a Pansy. Ella temblaba mucho.

-¿Ya estas mejor?- le dijo Bill inclinándose hacia ella, estaba muy pálida.

-Me siento débil- le contesto Pansy- y muy mareada.

-Nos están probando Pans- dijo Bill, saco de su mochila una poción revitalizadora- Tomate esto y déjame algo. No podemos dejar que nada salga mal. Por tu bien y por el mió.

Pansy bebió directamente de la botella y luego se la ofreció a Bill. Ambos se vistieron y esperaron sentados en la cama, Bill le apretó por un momento la mano a Pansy.

-Gracias- dijo Bill en un susurro- por todo.

Los Duendes llegaron y los escoltaron hacia una especie de arena, como un pequeño coliseo, en esos momentos vació, excepto por el Gran duende y algunos otros que se habían acercado a presenciar lo que de alguna forma era un espectáculo inédito para ellos. Los duendes detuvieron a Pansy y condujeron a Bill hacia un muro, donde estaban dos cadenas con unos grilletes. Ella se asusto un poco e intento avanzar hacia donde tenían a Bill, para evitar que lo encadenasen, pero los Duendes le negaron con la cabeza.

Pansy pudo ver como le colocaban los grilletes a Bill. A espaldas de Pansy una gran puerta de madera rechino abriéndose, un duende cubierto de pieles y con largos cabellos trenzados con algunos huesos enredados en el se acerco a ellos. Paso de largo, caminando lentamente, ignoro completamente a Pansy, al llegar hasta Bill pronuncio unas palabras en gobblin que resonaron en todo el lugar, de alguna manera estas eran muy intimidantes. Pansy estaba vestida con pantalón y camisa, esta vez sin capucha, la temperatura del Santuario de los Duendes era bastante agradable, a pesar de que estaban por empezar el invierno en Inglaterra, no tenia nada de frió. Ella tenía su varita en una mano y sus ojos escudriñaban todo el lugar, tratando de ver algo fuera de lugar, que le indicase alguna posibilidad de peligro. El chaman gobblin pronuncio de nuevo unas palabras y entonces, de manera inaudita, los tatuajes que Bill tenían en los brazos, con aquellas extraños símbolos ancestrales, empezaron a dispersarse lentamente, como si respondieran a la voluntad de un pintor caprichoso, por todo su cuerpo, cubriéndolo totalmente, incluyendo partes de su rostro. Pansy se llevo una mano a la boca intentando no gritar y miro fijamente a Bill. Él le susurro “Tranquila”.

Los dos estuvieron aproximadamente una hora sin decirse absolutamente nada, contemplándose. Era evidente que no era un juego. Él no sabia si esa noche iba a morir, ella quería morir si a él le sucedía algo malo. Una magia extraña envolvía el lugar y los envolvía a ellos. La noche avanzo y de pronto la luna llena hizo su aparición. Las antorchas que iluminaban el sitio se apagaron, y solo quedo entonces la luz blanca y fría, cubriendo el lugar, llenando de siluetas azuladas y grises toda esa arena. Pansy miro temerosa a la Luna, que era ahora su principal enemiga.

Bill sintió una energía extraña que lo recorría y una sensación de furia se apodero de él, empezó a debatirse contra sus ataduras, intentando liberarse. Sus ojos se volvieron amarillos y comenzó a sentir dolor, gruñidos salvajes salían de su garganta y luego cuando alzo la cabeza y vio la Luna, todo la magia de los tatuajes, del hechizo del Chaman y de su propia maldición hicieron efecto. Grito hasta quedarse ronco, los tatuajes corrían por su cuerpo, su caja torácica se ensancho y sus dientes se hicieron afilados como todo su rostro. El dolor era insoportable y su mente de pronto se nublo. Bajo su cara, sus cabellos colgaban húmedos de sudor, él tensaba las cadenas de sus ataduras hacia delante. El rostro de Bill se desfiguraba, los huesos de su cara crujieron, al alargarse y sus caninos se hicieron bastante evidente. Sentía que su pensamiento se dividía en dos, que su mente consciente se desconectaba. Bill luchaba furioso, mantenía una batalla en su cerebro, el espíritu del lobo, dormido desde hacia mucho tiempo, reptaba furioso por todas sus conexiones neuronales, adecuándose a ellas. Una sensación de euforia lo invadió, el switch mental de Bill Weasley, el mago noble y generoso, se puso en off. Y el hombre lobo despertó.

Pansy sentía escalofríos ¿Qué demonios le pasaba a Bill? No lo entendía, No se convertía todavía en licántropo, pero su cuerpo estaba cambiando, lucia mas fornido con los músculos mas marcados y su mirada no era feroz, era maligna, con esos ojos amarillos que brillaban en la oscuridad. A cada grito que daba, ella cerraba los ojos y temblaba.

Bill con un despliegue de fuerza extraordinaria, arranco una de sus cadenas, luego la otra. El sonido del metal siendo arrancado de la piedra la sobresalto, entonces él la miro, sus ojos amarillos ya no eran humanos. De sus fosas nasales salía un vaho, a cada respiración, que era ronca y estruendosa. Bill estaba ahora levantado en toda su altura. Le enseñaba los colmillos. Pansy instintivamente retrocedió hacia la salida. La mirada de él era ansiosa y hambrienta. Se había dado cuenta, ella era la presa.

-Bill- ella lo llamo y solo escucho un gruñido como respuesta. Él respiraba agitadamente, apretó los puños, estiro el cuello y sonó un crujido, sus huesos asumían su nueva anatomía, luego en un parpadeo corrió hacia ella, dispuesto a atacarla. Pansy entonces convoco su escudo y el hombre lobo se echo para atrás, sorprendido por ese escudo iridiscente que lo apartaba de su objetivo. Caminaba de un lado a otro, molesto, furioso, la había visto, la había olido y la quería para él. El lado oscuro de la imprimación afloraba, las palabras de Fenrir Grayback eran ciertas, la atracción era tan intensa, tan incontrolable que o la amabas o la matabas. Y la transformación todavía no había terminado. De pronto cayo en el suelo y se empezó a arrastrar por el, Pansy vio que crecía vello en su cuerpo, que su cara se afilaba, y sus piernas se hacían mas largas, él gruñía dolorosamente y se revolcaba en el piso. Después de un rato se levanto. Media casi 2 metros, su cara era una combinación de facciones humanas y rasgos de lobos, los colmillos sobresalían de la boca. Sus ojos amarillos la miraban inmisericordes, la deseaba con toda sus fuerzas. El lobo tenía un conflicto interno, Bill estaba luchando contra el deseo mas animal que había tenido en su vida, sentía la sed de sangre y la quería saciar con ella, solamente con ella.

Pansy camino de lado, intentando alejarse de él y llegar a la salida, tratando de no perder la concentración, estaba aterrorizada. Bill de nuevo se acerco, mucho mas rápido que la vez anterior y Pansy tuvo que mandarle un rayo eléctrico para tranquilizarlo. El lobo aulló de dolor y a ella se le encogió el corazón. Bill era un monstruo, la estaba atacando, pero aun así ella no quería hacerle daño.

-Bill, soy yo Pansy- dijo ella de nuevo en un susurro, otra vez un gruñido que era una mezcla de amenaza y dolor fue su respuesta. El temor mas irracional que había experimentado la invadía, temblaba como una hoja al viento pero entonces lo hizo. Inesperadamente, ella, en un gesto totalmente suicida, sin importarle nada, se decidió finalmente en confiar en él y desapareció el escudo de energía. El espeluznante hombrelobo se fue hacia ella ágilmente, lucia mortal, enseñandole toda su dentadura.

Pansy cerro los ojos un momento, si iba a morir no quería ver la cara de él, pero pasaron unos minutos y no sucedía nada. Cuando finalmente los abrió, tenía frente a un gran lobo gris, que esta vez la miraba con tristeza. Ella dio un gemido y sus ojos se abrieron completamente de la sorpresa. El lobo salto hacia ella, lamiéndole la cara, Pansy le acaricio el dorso, su pelaje era suave, el lobo le lameteaba la cara y el cuello. Pansy sentía todo como verdaderas caricias, su vello se erizaba, ese lobo era Bill y su cuerpo lo reconocía antes que su mente. Ella acerco su cara al hocico del animal, lo abrazo y cerró los ojos con fuerza, las lágrimas salían descontroladas, pero eran lagrimas de alivio y felicidad. El cuerpo del lobo era calido y suave, Bill sacaba la lengua respirando agitado, pero ya no era una amenaza, transmitía paz y seguridad, estaba tranquilo como un cachorro. En algún lugar de su conciencia animal, Bill Weasley había sometido al hombrelobo, transformándose en un animago, tomando la forma real de un lobo.

-Sabia que lo harías- dijo Pansy mirando directamente los ojos del animal, que ahora eran castaños, los ojos de Bill- lo sabia.

Bill entonces se separo de ella, le aulló a la Luna largamente, en un aullido que reflejaba muchas emociones contradictorias, dolor por ser lo que era, emoción por haberse encontrado finalmente con su parte animal. Una puerta se abrió y el gran lobo gris salio corriendo hacia el bosque.

Pansy se quedo de pie, en medio de la arena, sus cabellos negros ondeaban al compás de una suave brisa, sus ojos miraban brillantes el sendero por donde se había ido Bill. Ambos habían sido sometidos a una prueba. No se detuvo a pensar en las consecuencias. Mucho tiempo después lo analizaría y se daría cuenta de la verdad. Bill demostró que la amaba sinceramente, que nunca la dañaría en la vida, que fuese hombre, lobo o bestia, solo sus sentimientos hacia ella, permanecían inalterados en su corazón, lo demás cuando era un monstruo simplemente desaparecía y solo quedaba Pansy Parkinson. Ella demostró que no le importaba nada, que si iba a morir quería que fuese a manos de él y que su confianza hacia Bill era inquebrantable. Pero en ese momento, en donde Pansy estaba solitaria en esa gran estancia, solo pensaba, que la vida había dado muchas vueltas con ella, y finalmente de manera inaudita había encontrado lo que siempre busco, en el ser mas temible de todos, un hombrelobo. Los duendes se acercaron a ella y le dijeron.

-Bien hecho señora, ya no representa ningún peligro para usted. Ha domado al lobo. Poco a poco ejercerá un poco mas de control sobre si mismo. No utilice la poción matalobos con él, le hará el efecto contrario.

-A donde fue- dijo ella- ¿estará bien?

-En tres días, cuando pase la luna llena, le permitiremos volver, ahora debe ponerse en contacto con su naturaleza animal. Mientras tanto, usted será nuestra invitada. Deseamos que nos explique la magia de su poder, si es posible.

-Tratare pero ni yo misma se en que consiste- dijo Pansy, mirando alternativamente hacia donde Bill se había ido.

Una noche, cumplidos los tres días, Bill llego, casi arrastrando los pies. A Pansy la tenían en una habitación mas confortable, estaba leyendo cuando sintió abrirse la puerta. Lo vio, y Bill cayo todo sucio y con ramitas enredadas en su cabello al suelo, ella corrió hacia el.

-¿Estas bien?- pregunto preocupada.

– Solo muy cansado- dijo él. Parecía ser el Bill de siempre, pero al mismo tiempo, su mirada era mas intimidante, su voz era mas ronca, y un aura diferente lo rodeaba, poderosa, masculina, avasallante. Ella se impacto un poco, pero al mismo tiempo se sentía completamente cautivada por ese hombre, más aun que antes.

-Ven te ayudare- dijo ella pasando un brazo de él sobre su hombro. Lo llevo casi a rastras hasta el baño, con un poco de vergüenza lo ayudo a desvestirse, Pansy desviaba la mirada de algunos sitios de la anatomía de Bill y lo metió en una gran tina. Luego la lleno de agua tibia, tomo algo de jabón y con una esponja le lavo la espalda y el cuello. Bill permanecía con los ojos cerrados, disfrutando el contacto de las manos de ella, cuando le lavaba sus cabellos. Pansy estaba terriblemente nerviosa, no había hecho nunca antes eso con nadie, pero sentía mucha ternura al verlo así, además tenía un deseo irresistible de tocarlo.

-Ven aquí- de pronto le dijo Bill, con un gruñido, no parecía una petición, era una orden.

-No me voy a meter desnuda allí contigo, Bill Weasley- dijo Pansy calmadamente, mordiéndose un labio. La tentación era grande, sin duda, pero ella se había hecho un juramento, primero arreglaría todo con Theo.

-No te quites el camisón, si quieres ponte un abrigo de pieles, o un cinturón de castidad. No te preocupes, una promesa es una promesa- dijo Bill, el respetaba las decisiones de ella, pero la necesitaba, quería tenerla desesperadamente en sus brazos. Agrego, casi suplicando- pero ven conmigo.

Ella se metió en la bañera, a pesar de que el agua estaba muy tibia, temblaba. Se acerco a él, se sentó entre sus piernas y Bill la abrazo, sujetándola contra él. El camisón de Pansy se volvió transparente al mojarse y se veía todo su cuerpo a través de la tela, la forma de sus pezones, resaltaban ya que estaban totalmente erizados, y el agua no los cubría completamente. Bill tomo un poco de agua en su mano y se la echo encima, ella dio un respingo al sentir el agua sobre su cabeza y su cara. Las manos de él acariciaban lentamente su espalda, le coloco el cabello de lado. Su aliento daba exactamente en la nuca de ella. Pansy estaba bastante acalorada, y al mismo tiempo temblaba de excitación.

Bill solo acerco su cabeza a su cuello, sin tocar nada y sin que ella sintiese nada extraño. Pansy echo para atrás su cabeza, para exponer así aun mas su cuello y Bill la olfateo, rozando su nariz y sus labios contra su piel, ella se estremeció y él arrecio en su abrazo, si percatarse de ello, los tirantes del camisón de ella se bajaron, dejando descubiertos sus blancos hombros y el inicio de sus senos. Él se recreaba en la visión de ella así, era demasiado hermosa, pero pudo dominar las ganas que tenia de arrancarle la ropa y hacerla suya. Además de todo estaba agotado, confuso y solo quería tenerla así, junto a él, tranquilos, olvidándose del mundo. Se quedaron allí unos largos minutos, sin decir nada, disfrutando estar cerca uno del otro. Pansy tenía unos deseos terribles de besarlo, de tocarle todas las partes de su cuerpo, hacerlo gemir y que él hiciese lo mismo con ella, pero se contuvo. A pesar del agua, y de que Bill prácticamente se durmió abrazándola, ella se dedico a disfrutar ese momento, en donde estaba en los brazos del hombre a quien tanto amaba.

Unas horas después, ella estaba totalmente empapada en su cama, medio dormida, acostada de lado y junto a ella, Bill, todavía desnudo, con una sabana hasta las caderas, igualmente empapado, la miraba ardientemente y le acariciaba los cabellos.

-Un día de estos serás mía- le dijo Bill con voz ronca. Sus ojos castaños centellaban, eran los ojos de un hombre enamorado- No creo poder aguantarme mucho mas. Pero sucederá cuando tú quieras. Cuando estés lista.

-Lo se- dijo ella y volvió a dormirse. Bill se echo sobre Pansy y la cubrió con su cuerpo, encontró un hueco en la clavícula de ella, hundió su rostro y experimento una sensación de paz infinita como jamás en su vida la había sentido.

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-¿Qué me voy a encontrar?- pregunto Hermione.

-A ti misma- le dijo Franz lugubre- a todo lo malo que guardas, aunque tú no lo sepas.

Hermione miro a Franz…………………………………………………………….

-Entra- le dijo serio- te estaré esperando aquí, no me moveré, lo prometo. Recuerda: El miedo mata a la mente. MANTEN EL CONTROL

Hermione entonces, pausada y lentamente bajo las escaleras y se adentro en la oscuridad. Al llegar al final de los escalones, miro hacia atrás pero la puerta no estaba. Poco a poco sus ojos se acostumbraron a la oscuridad, se hallaba en un largo corredor con muros de piedra, sus manos palparon tratando de ubicarse, la piedra estaba húmeda. Siguió caminando, pegada del muro. Saco su varita y pronuncio un hechizo.

Nox– la punta de la varita se encendió, ella miro adelante y dio un salto del susto. De pronto vio la imagen de una niña de cabello castaño, y dientes grandes, vestida de blanco, que le sonreía, la imagen desapareció súbitamente, Hermione agito su cabeza, tratando de sacudirse la visión y comenzó a temblar- Cálmate Hermione, no hay nadie aquí.

De pronto escucho muchas voces, hablando muy rápido, al mismo tiempo, ininteligibles, amortiguadas, desdobladas. Intento concentrarse y entendió el mensaje, era una amenaza, y la sentía bastante real.

“VAMOSAMATARTEVAMOSAMATARTEVAMOSAMATARTEVAMOSAMATARTE”.

Entonces Hermione se echo a correr, desesperada, intentando huir de las voces, el pánico se sembraba en cada fibra de su cuerpo. Corrió hasta que se canso y llego a una estancia circular, con varias puertas, pero que estaba iluminada de manera tenue. Hermione se situó en el centro, respiraba agitada, dio una vuelta sobre si misma, miro al techo y grito.

En el techo aparecían varias formas humanas, con la piel gris, todas arremolinadas en el techo, no tenían ojos ni nariz, solo se distinguía la boca, que abrían desmesuradamente, sus brazos se dirigían hacia ella. Parecían pegadas al techo, de hecho lo estaban. Hermione se arrodillo, junto sus manos, trataba de decir una oración, pero no se acordaba de ninguna, su boca se abría y no salía ninguna palabra. Estaba aterrorizada. Intento calmarse, respiro profundo, pero no podía contra ese miedo tan vivido que sentía. Entonces, empezó a recitar mentalmente las palabras de Franz “El miedo mata a la mente. No soy un animal. Solo los animales sienten el miedo. El miedo mata a la mente. Debo mantener el CONTROL” Logro recuperarse un poco.

-Hola, Hermione Granger- una voz masculina, de tinte cruel, resonó por todo el lugar- Espero que no te hallas olvidado de mi.

-Seth- Hermione lo dijo en un susurro, reconocería esa voz donde fuese, alimentaba sus peores temores y pesadillas. Miro hacia todos lados pero no veía nada.

-Hermione- ella lo escucho hablándole en el oído, los vellos de su nuca se erizaron, se giro otra vez sobre si misma, tampoco vio nada.

-¿Dónde estas?- dijo ella mirando a todas direcciones- no puedo verte.

-Mira de reojo, a tu izquierda- dijo Seth.

Entonces Hermione, miro y lo vio, una forma negra, una imagen que parpadeaba como si estuviese viendo un televisor mal sintonizado. Era como una sombra, pero tenia forma humana.

-¿Qué haces aquí? No soy un vampiro, no puedes apoderarte de mí- dijo ella en voz baja. Temblaba demasiado, el frió lo sentía hasta en sus huesos.

-No eres un vampiro, eso ya lo se. Eres algo aun mas interesante- dijo Seth con esa voz gutural y espeluznante- y tienes razón no puedo poseerte. Pero eso no ha impedido que te siga.

-Has estado conmigo, ¿todo este tiempo?- pregunto ella.

-Si Hermione, alguna vez forme parte de ti, así que de alguna forma estoy ligado a ti- dijo Seth con fastidio- No creas que ha sido agradable, todavía quiero ser un vampiro. Tú no podías percibirme, hasta ahora. Tu hija me ve en ocasiones, por eso es tan huraña contigo a veces. No es mal genio como tu piensas, los bebes ven cosas que los adultos no pueden. Ella sabe lo que soy y no le gusto.

Entonces Hermione recordó a la sombra que había visto, en la cocina de su casa, cuando Elie tuvo su primera visión.

-¿Eras tu?- dijo ella en un susurro- Yo te vi.

-Ah eso, bueno si me viste- dijo Seth sarcástico- ¿es algo tan increíble? Algún día tenia que suceder.

-¿Porque te oigo hasta ahora?- pregunto Hermione, pero su voz se ahogo entre los chillidos de los seres que estaban en el techo. Esos gritos le taladraban el cerebro.

-Porque he decido hablarte- dijo Seth, riéndose con una carcajada maligna- Vámonos, ellos quieren que mueras, y si permaneces aquí sin duda sucederá.

-¿Quienes son?- pregunto Hermione, toda azorada, camino muy despacio, una mano invisible la guiaba a una puerta, ella la abrió.

-No quieres saberlo- dijo Seth y volvió a reír.

-¿Qué son?- volvió a preguntar Hermione.

-Son aquellos a los que asesinaste Hermione, los que murieron por tu mano- comento Seth despreocupadamente, sin dejar de reírse- como vampiro y como humana. Ellos quieren tu alma, para torturarla, claman venganza- Hermione gimió.

“VAMOSAMATARTEVAMOSAMATARTEVAMOSAMATARTEVAMOSAMATARTE”.

-No los escuches, sigue caminando- ordeno Seth serio.

-¿Porque me ayudas?-dijo ella.

-Hay algo que tienes que saber, los espíritus “malignos” como yo- dijo Seth- conocemos algo de los Oscuros. Y no son agradables. Si se rompe el balance, estaremos bajo su dominio. Y a nosotros, nos gusta la libertad. Ese alemán tiene razón. No debe suceder. Así que estoy de tu lado.

Hermione siguió caminando, sentía a Seth en su espalda, como un fardo muy pesado. Ahora que se había abierto a la sensación de percibirlo, le costaba mucho dejar de notarlo.

-¿Tu eres mi lado oscuro?- pregunto ella, todavía sobrecogida.

-Exacto- contesto la voz gutural de Seth- estaremos juntos hasta el final. Otra cosa, ese alemán es un monstruo, de hecho los dos.

-¿Quién? Franz- pregunto Hermione. Mirando a todos lados, con la varita hacia delante iluminando su camino

-No, el viejo y el Otro que vendrá- le aseguro Seth- podemos confiar en el tal Franz, hasta cierto punto, él es un jugador independiente, por así decirlo. Pero los otros dos, son otra cosa, huelo su poder. Hermione Granger debes ocultar mi presencia, es vital, para nosotros dos. Cierra tu mente ante el anciano de los ojos negros, él es un médium y si me ve contigo, intentara controlarme.

-Seth- dijo Hermione, ahogándose, el frió la vencía, no sentía los pies- tengo frió, mucho frió.

-Camina, hacia la luz- la empujo Seth -falta poco.

Hermione hizo todo su esfuerzo, vio una rendija llena de luz en un muro. Se aferro a él, sentía que algo le apretaba el corazón, se lo estrujaba. La sensación era demasiada física, el aire no entraba en sus pulmones. Empezó a golpear el muro, una y otro vez. Tiritaba descontroladamente por el frió y estaba muy débil. Sentía su energía vital siendo succionada por algo. Estaba asustada todavía, pero intentaba mantener el CONTROL

-Seth, me estoy muriendo-Hermione sentía las lagrimas resbalando por su cara, se arrodillo frente al muro- me estoy muriendo.

-Empuja el muro, con todas tus fuerzas- la apremio Seth, esta vez lo escucho por todos lados, estaba en su mente, Hermione lo hizo, y el muro desapareció, sintió que una mano la jalaba hacia afuera.

Hermione estaba tirada en el piso, con los cabellos húmedos, pálida, su corazón latía lento muy lento, cada respiración era dolorosa, se miro las manos y estaban blancas, las venas se veían a través de la piel. Por un momento recordó cuando era vampiro y gimió dolorosamente. Se acurruco sobre el suelo. Sintió una mano enguantada sobre su cabeza.

-Sobreviviste- dijo Franz sin ninguna emoción, inclinado sobre ella, tocarla aun con guantes era un suplicio, a él le daba un profundo asco el contacto físico – Sabia que serias fuerte. Te sacare de aquí, te llevare a donde desees. En unas semanas te volveré a llamar y esta vez no volverás.

-Llévame a Londres-dijo ella débilmente-Grimmauld Place, a la entrada, usa el hechizo desilusionador. Si Draco te ve conmigo, te mata.

-Eso es muy cierto- dijo Franz, sus ojos brillaron un instante. “POLARIS” – Y no queremos que eso suceda, ¿Verdad Gracia?

Hermione apareció en la puerta de Grinmmauld Place, no sabia cuantas horas habían transcurrido, dijo unas palabras en susurros, y la puerta se abrió.

Llego a la cocina, se sentó, sus cabellos estaban húmedos. Todavía llevaba el abrigo de Franz, pero aun así tenia frió, estaba congelada, respiraba como podía, y su corazón latía casi agónico. Se quedo un largo rato sentada, mirando una botella de vino que estaba sobre la mesa. Tenía su mente en blanco, no podía pensar absolutamente en nada, solo en las voces, aquellas voces que la torturaban. Sin mover la cabeza, giro sus ojos hacia la pared de la cocina y vio las misma formas humanas grises, extendiendo sus manos hacia ella. Hermione ahogo un grito y se pego al respaldo de la silla. La estaban persiguiendo. O estaba completamente loca. De nuevo las voces retumbaron en su cerebro:

“VAMOSAMATARTEVAMOSAMATARTEVAMOSAMATARTEVAMOSAMATARTE”.

Miro hacia la mesa y de pronto vio una pequeña daga. Sin poder evitarlo la tomo y se la llevo a la muñeca. Ni siquiera gimió cuando atravesó su muñeca con ella. Unas fuerzas invisibles la obligaban aquello. Pero se sobrepuso y retiro la daga de su brazo. La sangre salía a borbotones de la herida. Ella quería gritar pero no podía.

Hermione entonces reprimió las ganas de salir corriendo. Empezó a tener control real sobre su miedo. Ella miro de nuevo a la pared y solo vio la sombra de Seth, haciéndole una señal de asentimiento. Él mantendría alejado a los muertos que la estaban persiguiendo.

-Herms- escucho la voz de Harry lejana, ella seguía de espaldas. Harry muy cauteloso rodeo la mesa y nada lo preparo para ver a Hermione.

Ella tenía el cabello pegado a su cara, profundos surcos morados adornaban sus parpados, sus labios estaban azules, estaba muy pálida, blanca como una hoja de papel, las venas surcaban su rostro, sus ojos castaños estaban apagados y llenos de lágrimas. Se abrazaba a si misma, balanceándose, temblando. Sangraba por una de sus muñecas y una daga cubierta de sangre, estaba sobre la mesa. Un escalofrió intenso recorrió el cuerpo de Harry. Si entendía bien la situación, Hermione había intentado suicidarse. Pero ¿Por qué? Ella al verlo, abrió la boca pero la cerro de inmediato.

-Llamare a Malfoy- fue lo único que dijo Harry. Hermione estaba aterrorizada, más que enferma estaba en un estado de pánico. Pero la gente también se moría de terror, de eso estaba seguro. Y además la herida y la daga. ¿Qué demonios le había pasado?

-No- dijo ella, intentando acallar las voces en su cerebro, miraba a Harry con los ojos desenfocados-no quiero que me vea. Quiero dormir, estoy muy cansada. Dame una poción para dormir sin soñar, por favor.

-Esta bien- Harry se acerco y la levanto en brazos, ella se apretó a él y apoyo su cabeza en el pecho de Harry- ¿Por qué lo intentaste? ¿Herms, sabes que intentaste suicidarte?

-Seguro que ellos lo hicieron- dijo Hermione, tratando de recordar- Tu sabes que yo nunca haría algo así, tengo una niña pequeña.

-Lo se Herms- dijo Harry totalmente perturbado. ¿Quiénes eran ELLOS?

-Sabes que te quiero-le dijo ella, sintiendo la confortable protección de estar junto a su mejor amigo, inmediatamente algo de calor volvió a ella- mucho.

-Yo también – dijo Harry besándole la frente- eres lo mas parecido a una hermana que tengo. No se lo que hiciste Hermione, pero lo que sea que haya sido, casi te mato. Siento tu energía mágica muy perturbada. Debiste avisarme, te hubiese ayudado.

-Lo siento, no debo hablar de ello- dijo ella- Harry. Pero no voy a morir, no esta escrito.

Horas después…………………………..En la sala de estar de Grimmauld Place……..

-Déjame verla- gritaba Draco, sostenido por Harry y Ginny- Quiero verla.

-No Draco- le decía Harry- esta durmiendo, déjala tranquila.

-¿Qué le paso? Potter, te juro que te mato si tú tuviste algo que ver- dijo Draco, intentando desafarce, lo miraba desafiante, sus ojos grises lucían duros, Ginny se alejo, si iniciaban una pelea, ella se llevaría la peor parte. Draco hablo de nuevo con rabia- Ella dejo a la niña con la Sra. Weasley y me escribió algo como que iría a cumplir una misión. Me entregaron la nota justo cuando enviaste a tu patronus avisándome que ella estaba aquí.

-No se nada- contesto Harry empujándolo con fuerza, Draco intento escabullirse, pero Harry con su rapidez sobrenatural, le corto de nuevo el paso- Es la segunda vez que me amenazas, Malfoy. A la tercera, tendrás que intentarlo. Soy un hombre, no un niño y no permito que me trates como si todavía estuviésemos en Hogwarts. Ella llego aquí así. Muerta de miedo. Déjala dormir. Contrólate.

Draco se calmo, se sentó en una silla, apoyo su cabeza en una mano. Cerró los ojos, negaba con la cabeza.

-Discúlpame, Potter- dijo Draco apenado-No lo entiendo, nunca la voy a entender- Draco estaba desconsolado- ¿Por qué? Acaso no es suficiente todo lo que nos paso.

-Sube- dijo Ginny conmovida por las palabras de Draco, Harry intento decir algo pero callo, cuando vio a Ginny al borde de las lagrimas- solo sube, ella te necesita.

Draco llego a la habitación, Hermione dormía, estaba muy pálida, le sorprendió verla así, trago grueso y se dirigió a la cama, simplemente, Draco se acostó sobre ella, coloco su cabeza sobre su abdomen, a aferro sus manos a las caderas de ella. Hermione despertó al sentirlo cerca, coloco la mano vendada sobre su cabeza y se la acaricio. Miro al fondo de la habitación y distinguió claramente la sombra de Seth en una esquina, vigilante, en guardia, los demonios no se acercarían si él estaba allí, protegiéndola. No hablo con Draco ni él con ella. No tenían nada que decir, cualquier cosa que se dijesen no iba a arreglar nada. Lo sabían. Esa noche algo desapareció entre ambos, y sus corazones de nuevo fueron ocupados por otra cosa, la incertidumbre

Draco miraba el sol del amanecer desde la ventana, lucia muy serio. Las cosas se habían descontrolado totalmente. Toda su vida se estaba cayendo a pedazos, la familia que intento por todos los medios construir y proteger, se estaba derrumbando como un edificio viejo. Hermione tenia un aspecto lamentable, estaba pálida, con las venas bien evidentes en su rostro y tenia una herida en su muñeca, que él ya sabia por boca de Harry como había sido hecha. Y estaba fría, tan fría como cuando era vampiro. Cuando estaba profundamente dormida, Draco la examino a conciencia, buscando en su cuerpo alguna herida, una marca, algo. Después de vestirla de nuevo, se convenció a si mismo, de que ella no era un vampiro de nuevo. Era otra cosa lo que tenía.

Hermione abrió los ojos, abruptamente, dio un chillido y Draco se sentó a su lado. Ella lo miraba aterrorizada, respiraba agitadamente.

-Tranquila- le dijo Draco con voz dura, tomándola de la mano- estas aquí, en Grimmauld Place, ya amaneció.

-Draco- Hermione bajo los ojos. Se miro la mano vendada. Ahora lo recordaba todo, ella misma se había abierto las venas. Sabía exactamente lo que él estaba pensando, tendría que explicárselo.

-Hermione- entonces Draco hizo una pausa, era muy duro lo que tenía que decir, pero lo había decidido al verla así, no tenia mas remedio- permanecerás en esta casa, hasta que te recuperes de lo que sea te haya sucedido. No veras a Elie por los momentos, no voy a permitir que mi hija se asuste al ver a su madre en este estado. No saldrás nunca sola, y dos aurores harán guardia en esta casa, si yo no estoy. No voy a permitir que hagas otra locura. Harry me contó que casi te matas. Él esta completamente de acuerdo con mi decisión. Tu varita la tengo yo en buen recaudo

Hermione escucho todo atentamente. No había entendido mal. Draco literalmente le estaba diciendo, que ella estaba presa en Grimmauld Place. Por la sagrada voluntad de él. Y allí, estaba, Draco Malfoy haciéndole honor a su apellido. La personalidad dominante de Draco finalmente había aflorado.

-Tú no puedes hacerme esto- dijo ella calmadamente incorporándose de la cama, estaba tranquila, la sombra de Seth hacia guardia en un rincón, cuando lo vio de nuevo sintió escalofríos. Seth le hizo una señal con la cabeza, todo estaba en calma- No soy un prisionero de guerra. Soy tu mujer, tu compañera.

-Me gustaría que lo recordases mas a menudo, Hermione- dijo Draco con rabia contenida, levantándose y caminando por toda la estancia- Al parecer a ti no te importa, no te interesa ni tu hija, ni mucho menos yo.

-Eso no es cierto- dijo ella, taladrándolo con la mirada. No podía creer que Draco le estuviese haciendo eso, encerrándola, cortándole su libertad- lo que estoy haciendo lo estoy haciendo para que sobrevivan.

-En esta familia somos tres- le contesto Draco, altivo y desafiante- No sirve, escucha bien. No funciona, si tú te mueres. ¿Entendiste bien? Hermione Granger.

-Yo tengo muy claro mi papel en esta familia, creo Draco que él que no entiende eres tú- Hermione se levanto de la cama, y se le enfrento- No eres mi dueño, no puedes retenerme aquí en contra de mi voluntad.

-¿No? No estés tan segura- le contesto Draco sonriendo cínicamente, toda su frustración acumulada estaba estallando en ese momento- Tú vas a hacer, te guste o no, lo que yo te diga. No voy a permitir que te mates cumpliendo una maldita profecía.

Draco la amaba y por eso estaba haciendo lo que estaba haciendo. Si tenia que salvar a Hermione de ella misma lo haría, aunque se ganase su odio en el proceso.

Continuara……………..

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QUE ESTO RECIEN EMPIEZA JE JE JE

No encontraba la manera de reflejar con un video la ira y  la rabia de Hermione y Draco en estos momentos. Asi que me encontre con esta canción, que me gusta mucho, porque la letra y el video, reflejan la rabia reprimida, que todos llevamos dentro, cuando la gente que amamos,  nos decepciona. Es un hecho, Herms decepciono a Draco y él a ella. Tienen buenos motivos pero aun asi…………………………….es muy dificil. Este video es de Staind, la cancion FOR YOU. Disfrutenlo al igual que Polaris.

7 comentarios

  1. me encanto el capitulo
    y el regreso de Seth me gusto
    y la escena de la pelea de Draco y Hermione
    me encanto y mas la parte de
    donde Draco saca su lado de autoridad
    CONTINUALO PONTO


  2. wooow por que no le dijoq eu ella no se intento suicidar, y el hechizo es lumux o me equivoco??


  3. Hola gracias por los comentarios, visiten el orden de las cosas, je je je.

    Mandy Granger: si pos Draco saco su personalidad. La que todos extrañaban, je je je

    Josean: si Draco es un exagerado.

    Mauricio: Bueno en realidad, Hermione no va a hablar mucho del sendero de los muertos.Ellos lo van adeducir mas tarde. El hechizo Nox, aparece en la tercera pelicula, de alli lo saque, es como el lumus.


  4. HOLA YA QUE STEH ES UN MAL ESPIRITU JJA PERO ESTA VEZ ESTA EN PLAN DE BUENOS AMIGOS Y ME GUSTA
    OTRA………SI DRACO ES UN TESTARUDO Y DOÑA HERMY NO SE LE QUEDA A TRAS…….MALAS NOTICIAS CUANDO LAS DEVIRGO QUEREMOS ALGO ………NO PARAMOS HASTA CUMPLIRLO SOBRE TODO SI ES CON RESPECTO A OBLIGACIONES MORALES !Y CON LOS SERES QUE AMAMOS ,PEOR SI ES EN ONDA DE PROTECCION! JAJAJ
    SI JOS ESTO SE PONE INTERESANTE………….
    MUY BUEN CAP!
    BESOS
    FIONA


  5. hola amiga una vez mas te superas a ti misma esta genial el cap!!! y bueno con el orden de las cosas
    tambien estoy sumammente prendida!!! eres una gran escritora jos!! y lo de nox tenia entendido q era el contra-hechizo de lumus q era para apagarla!!

    Saludos!!


  6. Increible!!!… Me encanta el amor de Herms y Draco!, pero me duele verlos pelear… cada vez son mas fuertes las peleas… y no me gusto esa parte q dice «Esa noche algo desapareció entre ambos, y sus corazones de nuevo fueron ocupados por otra cosa, la incertidumbre» que desaparezca todo menos ese amor tan apasionante que se tienen.

    Besos



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