Capitulo 26 Incondicional y Verdadero Amor

Porque no decirlo, la historia anda en círculos, de alguna manera, a veces todo tiende a repetirse. Pareciese que los seres humanos no aprenden de sus errores e insisten en tropezarse siempre con la misma piedra. O será que en el fondo toda la especie es masoquista, creo que es aventurado hacer esa aseveración.

Pero en algún lugar del Polo Norte, en estos momentos se desarrolla una lucha. Por un lado, un joven enamorado tratando infructuosamente de que no mueran sus esperanzas, enfrentándose a fuerzas superiores a él, para que la razón de su vida no desaparezca entre las llamas del fuego maldito, y por el otro, un hombre señalado por la tragedia, un alma destinada a sufrir, se enfrenta por tercera ocasión a un ser despiadado, que al parecer tiene como único objetivo, destruirlo a él y a todos los que ama, sin contar que desea ser dueño del mundo, tanto mágico como muggle. Pero quizás la tercera sea la vencida. Pudiera parecer que la responsabilidad sobre los hombros de Harry sea superior a la de Draco, pero ambos son movidos por el sentimiento mas fuerte que puede existir, el amor. Y esta es la verdadera esencia del Guerrero de la Luz, porque si nos fijamos bien, todos ellos son Guerreros de la Luz.

Nott y Pansy estaban confundidos, no veían a Harry por ningún lado y se defendían como podían de los mortifagos, protegidos por el escudo de Pansy. Pero ella estaba agotada, eran demasiados hechizos,  la esfera de energía cedería en algún momento,  de pronto Nott escucho un extraño sonido, miro al cielo esperanzado y los vio………… cuatro puntos negros surcaban el cielo. Theo, sonrió, por fin habían llegado.

Cuatro helicópteros Black Hawk, se posaron en el suelo, y de pronto Ginny Weasley, Luna, Lavender Brown, Seamus, Dean, Bill, George y Percy Weasley acompañados por Neville se unieron a la lucha lanzando hechizos con sus varitas. Corrieron dispersándose, el terrible frió no hizo mella en ninguno, habían llegado a pelear y lo harían con todas sus ganas. Ginny como era aurora, gritaba a todos dándole ordenes, parecía un mariscal de campo, era pequeña pero con una gran fortaleza y además había ido a ayudar a “su Harry”, como ella lo llamaba. Los Mortifagos estaban sorprendidos, pero cuando empezaron a sufrir bajas, reaccionaron y lucharon fieramente. Theo y Pansy aprovecharon la confusión y se unieron a la pelea. Pansy lanzaba rayos eléctricos de sus manos y también maldiciones con la varita, pronto estaba cerca de Ginny.

-¿Dónde esta Harry?- le pregunto Ginny con preocupacion. Salto para esquivar un rayo rojo, y cayo cerca de Pansy, esta la ayudo a levantarse.

-Lo tiene Voldemort- Pansy vio la expresión de horror dibujándose en la cara de Ginny – amiga, escucha bien, debemos encontrar a unos brujos , vestidos de blanco, son el Proyecto Somaya. Corre la voz, no deben escapar. Harry puede cuidarse solo- esto ultimo lo dijo sin mucho convencimiento. Ginny asintió y corrió a reunirse con Bill y George para transmitirles la información.

Nott luchaba con la varita, con su espada y con la mente. Pronto se dio cuenta que con un poco de esfuerzo la gente caía inconsciente a su alrededor, tuvo mucho cuidado de que nadie de su bando estuviese lo suficientemente cerca. Un rayo verde por poco lo rozo, todo era un caos. Vio a Neville Lomgbotton y corrió hacia él para ayudarlo.

-Hola Nott- le dijo Neville todavía lanzando hechizos- Bonito espectáculo que armaron.

-Gracias a Merlin llegaron, si no estuviésemos muertos- dijo Nott serio- debemos buscar a unos mortifagos especiales, vestidos de blanco, ellos tienen la respuesta para todo esto, de acuerdo Nev- Neville sonrió.

-No me dices Nev, desde la escuela primaria, Theo- dijo Neville, creando un fuerte Protego para evitar mas maldiciones. Theodore Nott siempre había sido muy excéntrico y bastante loco, pero Slytherin de cabo a rabo, de pronto estaba teniendo un delirio o algo así llamándolo Nev.

-Eso es por la estupida costumbre de Hogwarts de separarnos en casas- Theo al final sonrió, Neville y él había estudiado la primaria juntos, y habían sido los mejores compinches de travesuras- Todo cambiara ahora, ya veras- Nott se alejaba- Y no estoy tan loco como crees, OK- le grito Theo mientras se alejaba a buscar a Pansy, quien estaba cercada por 5 mortifagos.

Pansy vio que estaba acorralada, las maldiciones no servirían, eran demasiados para ella y su varita. Así que se concentro y envió una estela de energía a sus atacantes, con bastante impetu, por lo que se tuvo que apoyarse fuertemente sobre sus pies para mantenerse sobre el piso. Logro aturdirlos lo suficiente para que Nott llegara y lanzara unos cuantos hechizos. Pansy vio a Theo acercándosele , quería abrazarlo, besarlo pero no era el momento, sin embargos sus anhelantes ojos azules lo buscaban hasta que se encontró con los de él.

-Tendremos toda una vida para amarnos Pansy, lo prometo- le dijo por lo bajo Theo, mirando hacia todos lados, buscando al enemigo- ve a buscar a los otros – finalmente la miro, con esos ojos azules amables pero tan intensos como los de ella- y por favor, ten cuidado.

-Te quiero- le dijo Pansy tomándole rápidamente la mano, apretándosela con toda la fuerza de la fue capaz, y deshaciéndose de ella con desgana corrió a reunirse con el resto del ED.

En ese momento Bill Weasley la vio, y fue como si un torbellino de emociones se apoderara de él cuando su mirada se encontró con la de Pansy.

Remus Lupin se lo había advertido muchos años atrás, pero no estaban seguros, él no era un hombre lobo completo, solo tenia alguna de sus características, así que no había ninguna certeza. A Lupin nunca le había sucedido, ni siquiera cuando conoció a Tonks, de hecho al parecer eso rara vez le ocurría a los hombres lobos actuales, la mayoría eran demasiado violentos para guardar algo mas que rabia en su interior. Pero nada lo preparo cuando sintió lo que sintió al ver a esa chica corriendo, un deseo irrefrenable de protegerla se apodero de él. Bill corrió sin pensarlo mucho hacia ella como un loco, logro sujetarla y echarla al piso esquivando una maldición. Pansy estaba perpleja y lo miro a los ojos, desconcertada.

-Tu debes ser Pansy Parkinson, debes tener mas cuidado- dijo Bill Weasley, con un tono de voz duro, regañándola, con rabia, culpándola de toda la vorágine de sentimientos que lo inundaba. Todavía seguía encima de ella, protegiéndola con su cuerpo. Su corazón latía rápidamente y en su mente se libraba una lucha entre el deber y sus propios instintos. Nunca se imagino que seria de esa forma, tan contundente y tan intenso, enseguida lo supo, al tocarla, se dio cuenta. Necesitaría mucho tiempo para dominar esa emoción que lo envolvía y se instalaba en cada fibra de su cuerpo, pero lo haría, no podía complicar su vida de esa manera y menos por una extraña.

-Y tu debes ser otro molesto Weasley, sabes que, me estas aplastando- dijo ella con un poco de coraje. Las maldiciones volaban por encima de sus cabezas, así que ella creo una esfera protectora de energía alrededor de ellos.

Él la miro un instante, con sus profundos ojos castaños, devorándola con la mirada. Pansy sintió un escalofrió recorriéndole la espalda, jamás había sentido el peso de una mirada sobre ella de esa manera, escudriñándola, desvistiéndola, era como si él quisiera comérsela viva, poseerla allí mismo sobre el hielo y en plena batalla. Sin poder evitarlo, sintió temor. Ese hombre pelirrojo de pelo largo, con cicatrices en la cara, era demasiado inquietante. Pero de pronto, algo dentro de ella le dijo que estaba segura en sus brazos, que no le haría daño.

Él la atrajo más hacia su cuerpo, y acerco su cara a la de ella, rozando su nariz, y Pansy soltó un gemido, estaba demasiado pegado a ella, podía sentir los latidos frenéticos de su corazón y los del suyo también. Bill la sintió temblar debajo de él y se calmo, la chica estaba asustada y no era para menos, hasta él estaba asustado por lo que sentía. “Esto esta muy pero muy mal” se dijo a si mismo. Se aparto y la ayudo a levantarse, sujetándola por un brazo. Pansy lo miro, no sabia porque pero se sentía apenada, titubeo un momento, pero al final hablo.

-Gracias- dijo Pansy tartamudeando- pero como veras, puedo cuidarme sola- Bill asintió con la cabeza, sus ojos centellaban, no le salían las palabras, estaba demasiado avergonzado y furioso consigo mismo, le dio la espalda, Pansy desapareció la esfera y se echo a correr a seguir atacando mortifagos, entre confundida, agradecida e incomoda por la reacción del hermano de Ron.

Luna y Lavender luchaban juntas, a pesar de que no eran amigas en la escuela, al planear la misión habían descubierto que tenían muchas cosas en común, Lavender le tenia mucho cariño a Ron y los gemelos de Luna la adoraban, ya le decían Tia Lav. Lavender era una bruja muy talentosa y entre ella y Luna se deshicieron de unos cuantos, luchaban juntas ya que Luna era incapaz de lanzar un Avada, su alma era demasiado pura para eso y Lavender sabia que su amiga corría mucho riesgo, así que no se separaba de ella. Al terminar se unieron a Percy.

-Han visto a Ron- les pregunto Percy.

-Esta bien, lo se- dijo Luna convencida, si Ron hubiese muerto seria la primera en sentirlo, lo sabia, ella lo quería demasiado.

-Ginny dice que debemos atrapar a unos magos vestidos de blanco-. De pronto Percy vio a un grupo de magos huyendo en un vehiculo de nieve, subiendo cajas y pergaminos- Allí están, ataquemos.

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Había una tensa calma en el ambiente, apenas se oian los ruidos de la lucha que Ron mantenía en la distancia, con los cientos de vampiros que se lanzaban como aves de rapiña sobre él, pero Ron Weasley tenia de su lado el poder del fuego, algo que lo hacia prácticamente invencible peleando con los vampiros. La luz de la aurora rodeaba todo el paisaje, las dunas de hielo, brillaban con luz espectral. Ajenos a todos, dos figuras permanecieron inmóviles durante un largo rato, valorándose y sintiendo una aversión mutua que eclipsaba cualquier otra emoción, que en otra circunstancia había sido completamente natural. Después de todo, se trataba de un enfrentamiento poco común, un vampiro y un humano, iban a pelearse a muerte por una mujer.

Draco miro al vampiro que tenia frente a él, los dos caminaron de un lado a otro, lentamente, cautelosos como dos leopardos, de los ojos de Draco saltaban chispas. Lorcas Mander también tenia una espada en el cinto. Aunque pocas veces la utilizaba, seria agradable divertirse un rato con ese humano, aunque fuera un humano que irradiaba tanta fuerza. Voldemort se lo había advertido, era mago y era un elemento, el agua. “Tengo que ser cuidadoso” le dijo su voz en la mente a Draco “ese vampiro no es lo que parece, sabe mas de lo que aparenta”.

Lorcas Mander de pronto se echo encima de Draco, quien salto ágilmente hacia atrás evitándolo. Como ya lo tenia suficientemente cerca, trato de convertirlo en hielo, pero no pudo, eso si era inesperado. Mander sintió la energía y se sacudió un poco.

-Veo que nunca has intentado transformar a Hermione Granger, no puedes hacerlo, somos inmunes a ti, ya el Señor Tenebroso me lo había dicho, que mala suerte para ti- dijo Lorcas Marder.

“Diablos”, pensó Draco, tenían que ser precisamente los suyos, los poderes que no afectaban a los vampiros, tomo su varita y la miro con duda, difícilmente el Avada acabaría con Lorcas Mander, sencillamente porque ya estaba muerto, sin embargo tenia que probar.

–Crucio- le grito Draco lanzando el hechizo hacia el vampiro. De nuevo no ocurrió absolutamente nada, en un abrir y cerrar de ojos Lorcas Mander desenvaino su espada y se fue hasta él. Draco sorprendido por la rapidez equivocadamente levanto la mano que tenia la varita para protegerse y Mander con su espada corto la varita en dos. Con la fuerza del golpe, el filo de la espada de Mander hirió a Draco en un brazo. Al oler la sangre, Lorcas Mander se echo sobre el cuello de Draco y empezaron a forcejear en el suelo, la fuerza del vampiro era impresionante. Draco sentía el aliento frío de Mander sobre su cara, y sus ojos brillando, también sus colmillos eran descomunales. Decidió convertirse en agua y lo hizo, la espada de Gryffindor se transformo con él, Draco se sorprendió por un instante pensó que la espada por ser mágica no le obedecería, el agua corrió por el piso y se transformo nuevamente en humano a una distancia prudencial del vampiro.

Frente a frente, volvieron a caminar de un lado a otro, Draco veía a la distancia a Ron luchando con los vampiros envuelto en llamas, la lucha era muy desigual pero Weasley lo estaba haciendo muy bien. Tomo la espada de Griffyndor con mas fuerza, y esta destello de nuevo. Draco se abalanzo contra él y Lorcas Mander con su espada le lanzo otro mandoble, la fuerza derribo a Malfoy, tirándolo unos metros hacia atrás, de espaldas, sintió de nuevo crujir las costillas fracturadas de su pecho. Le dolía intensamente respirar, se levanto con firmeza tratando de ocultar que estaba herido. Sorpresivamente tenía todavía su espada en la mano. Sintió al vampiro detrás de él y logro esquivar otro mandoble de espada. Mander intento patearlo pero Draco, con una rapidez inusitada cambio de posición, había adivinado la intención del vampiro. Lorcas Mander arrugo la cara, deshacerse de ese estupido le estaba costando mas de lo que al principio creyó. Decidió utilizar un arma más temible que una simple espada.

-¿Tu crees que la linda Hermione permanecerá contigo? Estas equivocando, ella me pertenece, ella bebió mi sangre, no la obligue nunca. FUE SU DECISIÓN– le espeto Lorcas Mander y sonrió, los sentimientos de Draco eran un libro abierto y no iba a desaprovechar la oportunidad para torturarlo – no la mereces, tu menos que nadie ¿no es así? Draco Malfoy, tu que te avergonzaste de ella y la abandonaste a su suerte. COBARDE.

Draco cerro los ojos, la rabia y la desolación se apoderaban de su cuerpo, ese maldito se estaba adueñando de sus mas profundos temores y se los estaba echando en cara. Pero no era cierto, él, que estuvo siempre dispuesto a morir por ella, sabia que no era cierto, nunca sintió vergüenza, solo miedo, temor de que los mortifagos o Voldemort la mataran. Su vida fue una constante lucha para protegerla, a ella, a Hermione. Pero también era verdad que la había abandonado, embarazada, si bien no lo supo hasta mucho después, aunque en ese momento sintió que había hecho lo correcto, un profundo arrepentimiento se instalo en él. La espada temblaba en su mano, y de pronto Draco escucho algo en su cabeza, una voz tenue le estaba cantando dentro de su mente, y lo calmo, abrió los ojos y vio la espada de Gryffindor refulgiendo con una cegadora luz azul, como si tuviera vida propia y la voz provenía de ella.

-Se te acabo el tiempo Malfoy- se detuvo de pronto Lorcas Mander, detrás de él la pared de fuego parecía menos furiosa, menos intimidante, las llamas estaban agónicas- NO VOLVERAS A VERLA- Mander tomo su espada y con ambas manos la levanto sobre su cabeza, desplegó sus alas de murciélago, le enseño los colmillos y le gruño con fiereza

Draco tenso todos sus músculos, al escuchar las palabras de Mander, la ira se apodero de él y con ambas manos tomo la espada de Gryffindor y corrió de nuevo gritando a atacar a su oponente. Las dos espadas chocaron lanzando chispas, Draco retrocedió un poco ante la brutalidad de la fuerza del vampiro, quedaron con las espadas unidas frente a sus rostros. Draco empleo toda su fuerza para hacer ceder la espada del Vampiro pero no podía, la certeza de que aquel era un combate que iba a perder se instalo en su cerebro, pero no tenia miedo, que pasara lo que tenia que pasar, él estaba preparado para todo y si tenia que morir, haría todo lo posible para llevarse a Lorcas Mander con él. De pronto sintió algo frió recorriendo su cuerpo, miro su mano, se sorprendió, esta estaba adquiriendo el color y la textura de……………la espada de Gryffindor. Sintió recorriendo el metal por todo su cuerpo, y sus órganos internos, el acero viajaba por sus venas, pero sin embargo Draco no estaba asustado, la sensación era parecida cuando se convertía en agua o hielo, pero a la vez distinta, ya que en esta había una energía desconocida que se estaba abriendo camino dentro de él. Lorcas Mander al ver lo que estaba sucediendo, se echo hacia atrás, sorprendido.

En unos segundos, la figura de Draco era completamente de metal, sin embargo permanecía tan flexible como cuando tenía su cuerpo humano, estiro los brazos hacia los lados, la espada ahora era parte de su cuerpo, miro a Mander y sintió de nuevo el odio. Se movió mas rápido aun que un vampiro y tomo a Mander del cuello, levantándolo del suelo, este lo miraba aterrado, no podia creer lo que estaba sucediendo. Draco lo tiro bastante lejos y luego de mirar como Lorcas Mander hacia el intento de levantarse, supo que era la hora. Mander se recupero, tiro su espada al suelo y lanzando un chillido, se fue hacia él intentando morderlo en el cuello, sus dientes rebotaron contra el metal. Draco lo volvió a lanzar lejos, blandió la espada y se fue contra el vampiro, salto sobre él y con un mandoble de espada, decapito a un estupefacto Mander que nunca supo lo que se le venia encima.

Draco vio el cuerpo de su enemigo sobre el hielo, y empezó a recuperar el aliento. Seguía oyendo la voz en su cabeza pero mas tenue, de pronto fijo su vista en el horizonte, el Fiendfyre había desaparecido, en la lejanía una figura negra inmóvil estaba en el suelo. No necesito un segundo para darse cuenta que era Hermione y Draco tuvo una punzada en el pecho. Con todas su fuerzas, ya que había bastante distancia, echo a correr hacia ella.

Ron que había acabado con todos los vampiros, vio lo mismo que Draco y también corrió en la misma dirección, el temor se instalo dentro de él. No quería ver lo que seguramente encontrarían.

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Harry sintió que caía al vació, el viento le golpeaba la cara, después de tantos sacrificios, seria así, estaba seguro que no sobreviviría la caida y el impacto sobre el hielo. Voldemort lo había elevado demasiado alto, unos 500 metros. Cerró los ojos, ya no tenia lagrimas para llorar, pero el sentimiento de perdida era atronador. Sus padres habían muerto por él para nada, al final Tom Riddle se llevaría la victoria y arroparía el mundo con su maldad, la era de la Oscuridad empezaría y ya no habría nadie que pudiese detenerlo, no mas profecías, no mas presagios. Pero súbitamente, Harry sintió algo raro, el aire dejo de silbar en sus oídos, y él se sintió extrañamente liviano, incorpóreo, abrió los ojos y pudo observar el cielo, con las estrellas titileando perezosamente, tenia a la aurora mas cerca que nunca y se sentía envuelto por su luz, parpadeo y se dio cuenta que hacia rato debía de haber llegado al suelo, pero no de alguna forma se había detenido, parecía que flotaba.

Una expresión de asombro lleno su cara, flotaba, flotaba en el…………aire………., claro él era el aire, podía controlar el aire……..fuese lo que fuese ese control. Su mente trabajo velozmente, se coloco de forma vertical y sin poder creérselo seguía flotando. Harry lo analizo rápido, quizás fuese como montar una escoba, no podía quedarse allí flotando, estático, para siempre, tenia trabajo que hacer, miro hacia abajo y vio infinidad de luces rojas y verdes , la lucha seguía, mientras él se encontraba en medio de la nada. De pronto supo como hacer para moverse, sus conexiones neuronales le dieron una solución, “igual que con la escoba”, pronto tomo velocidad, y viajo en el aire como un ave o como un cohete. “Así que es por esto que Voldemort, vuela, él se adueño parte de mi poder al tomar mi sangre”, “maldito sea”. Harry de pronto se acordó de Voldemort, tenia que buscarlo, recorrió velozmente el pedazo de cielo y lo encontró, quieto en la lejanía, de alguna forma, esperándolo. Harry se detuvo y tomo su varita en la mano.

-Creo que ya se despertó tu elemento, Potter- le dijo Voldemort sin ocultar su desagrado, ahora estaban igualados. Tenia la pequeña esperanza de que Harry se fracturara todos los huesos de su cuerpo al dar contra el suelo y muriera antes de descubrir sus habilidades, pero ya era muy tarde, lamentablemente para Voldemort , seria un duelo mágico.

-Así es- dijo Harry, su cerebro se acostumbraba a su nueva situación, pero de alguna forma, renacer en su verdadera esencia, no era perturbador, sino mas bien liberador. Instintivamente, sabia que podía hacer muchas cosas con ese nuevo poder y sin duda las probaría todas contra Voldemort.

Lord Voldemort envió un rayo verde a su dirección, pero Harry fue mas rápido y lo desvió. Voldemort rio amargamente, ambos se encontraban suspendidos en las alturas. En un parpadeo, Voldemort se acerco lanzándole mas maldiciones imperdonables, Harry se movía demasiado rápido, sus reflejos eran como los de los insectos. El despertar de su elemento, le había proporcionado nuevas conexiones neurales a sus músculos. No tenia que pensar ni siquiera en moverse, su cuerpo era demasiado veloz, mas que sus pensamientos. Harry se aprovecho de su agilidad y envió una maldición asesina a Voldemort, pero este creo un escudo de energía que lo protegió. Harry abrió los ojos, ningún hechizo era capaz de detener un avada. Voldemort, rió de nuevo.

-Tengo que agradecerle muchas cosas a Parkinson, sobre todo su sangre, digamos que me ha dado nuevos poderes- Voldemort sonreía de nuevo satisfecho, aunque sabia que esos poderes eran prestados, los podía usar casi, casi tan bien como sus dueños. Lo malo era que tampoco los tenia todos, necesitaba mas sangre.

Harry estiro la mano que tenia libre y envió una ráfaga de viento contra Voldemort, este sintió el impacto y se dejo llevar unos metros, pero luego recupero el control y voló hacia Harry.

–Crucio- grito Voldemort, enviandole el hechizo directo al pecho de Harry. Él sintió el dolor de la maldición apoderarse de todo su cuerpo, pero la resistió. De vuelta le envió la misma maldición a Voldemort, pero este la esquivo. Empezaron a volar dando círculos.

-Deberías unirte a mi Potter- le ofreció Voldemort con sarcasmo- Pero mejor no, me dan dolor de cabeza tus sentimientos. Es insoportable tu creencia en que el amor lo soluciona todo.

-Pero es la verdad, Tom, la mas absoluta verdad- le grito Harry, desviando otra maldición y enviando un hechizo con su varita.

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Draco corría hacia ella, sintió que su cuerpo dejaba atrás la furia, que fue cambiando a desesperación. El metal fue retrocediendo hasta que se unió a la espada. La vio tendida en el hielo, su cuerpo estaba horriblemente quemado, ella todavía respiraba. Hermione abrió los ojos.

-Hermione- Draco tragaba grueso, no podía apartar la mirada de ese rostro que ahora era una mascara de terror, totalmente descarnado, solo sus ojos, eran los de ella.

-Drac….-ella tomo aire, sentía mucho dolor – el Horrocrux, tengo el Horrocrux, Voldemort sabia lo que hacia- hizo una pausa, le costaba hablar-  esta hechizado, lo tome y se pego a mi pecho, no puedo deshacerme de él, – respiro con horribles estertores otra vez – lo siento tanto………

-No- Draco negaba con la cabeza y lo vio, una estrella de cristal pegada al pecho de Hermione, trato de quitarselo del pecho y no pudo.

Ron se acerco a ellos, vio a Hermione tirada sobre el suelo y Draco arrodillado frente a ella, temblando, tratando infructuosamente de quitarle el Horrocrux. No dijo nada, estaba horrorizado. Voldemort había embrujado el Horrocrux de tal forma que al estar adherido al cuerpo de quien lo hallase, impedir que fuese destruido.

-Debes utilizar la espada- dijo Hermione hablando mas claro, sus ojos color miel brillaban.

Draco vio la espada y sintió aun mas miedo, comprendió lo que le estaba pidiendo Hermione y su corazón se estrujo. Recordó la Snitch, esa era la única salida, la saco de su bolsillo y se abrió, allí estaba la piedra de la Resurrección en el anillo. Harry tendria que tener la razón o lo mataria con sus propias manos.

-Usare esto para devolverte la vida- dijo Draco, ahora veía la intención de Harry, siempre había sabido que era la forma de regresarla.

Hermione al ver el anillo, abrió los ojos como platos, ella sabia lo que significaba. Seth se había ido, le había dicho que su cuerpo estaba destruido, que ya no serviría para nada, ahora ella verdaderamente estaba muerta. El dolor era insoportable, la podredumbre atrasada de 10 años se abría camino rápidamente dentro de ella, haciendo lo que el fuego maldito no había hecho, pero si acelerado, destruirla. Pero Hermione también sabia, que si se colocaba el anillo y lo aceptaba ,no seria ella, seria menos que un fantasma. Un alma en pena, recorriendo el mundo, obligada por el poder de la piedra. Ni siquiera podría volver a tocar a Draco, nunca jamás sentiría su calidez, solo estaría allí, atada al poder de las reliquias de la muerte de manera inexorable, y aunado a esto, la maldad del Horrocrux y de su propia experiencia de vampiro estaría latente en ella. Draco no soportaría estar con ella, la maldeciría por siempre, por ser algo tan antinatural. No, por el bien del mundo, ella debía desaparecer sin dejar rastro y huella que había pasado alguna vez por él. De alguna forma siempre lo había sabido, sabia que Dumblendore la obligaría a escoger, la probaría, la tentaría con su propia maldad. Su alma lloraba de pena, ya no estaría mas con Draco, nunca jamás, pero lo amaba tanto que no lo obligaría a estar con un espectro.

-Seth no esta- dijo ella al final, las lagrimas salieron de sus ojos – moriré……pronto… Pero……..Draco, no quiero regresar como algo más terrible que un vampiro. No lo haré, no lo aceptare.

-No, no , no- Draco no quería entender, no podía entender porque ella no quería tomar su oportunidad  -no puedo hacerlo.

-Si me quieres lo harás- le dijo ella – déjame morir, por favor. no me obligues a que sea peor de lo que ya ha sido para mi. No … soporto el dolor.

Ella lo miro suplicante y la voz de la razón entro en Draco. Ella tenia miedo, y se lo estaba pidiendo porque sabia que era lo correcto, Weasley se lo había dicho, ese maldito anillo no era la solución, nunca lo había sido. Hermione no quería ser un fantasma y él no quería verla sufrir mas. Respiro profundamente impotente, y finalmente lo acepto. Ella sufría, el dolor de la muerte se apoderaba de ella, no habría vuelta atrás, lo sabia, lo haría, pero lo haría por amor y esperaba alguna vez poder perdonarse a si mismo.

-Draco, el horrocrux- Ron miraba a Hermione, pero también miraba el Horrocrux que brillaba maligno sobre el pecho de ella, él había presentido que terminaría con algo así, ella muriendo.

Porque no estuvo con ella cuando Mander la mordió, porque diablos no estaba allí cuando sucedió. Si lo hubiese evitado, todo habría sido tan distinto, a lo mejor nunca hubieran acabado juntos, pero por lo menos estaría viva. Camino de un lado a otro, tan indeciso como Malfoy, su corazón se partía en mil pedazos, ella también era el amor de su vida, pero era ahora o nunca, Harry y los demás quizás se habían encontrado con Voldemort, debían destruir el Horrocrux rápido. Recordó como la espada había reaccionado con Draco, era él quien debía destruirlo, el poder del amor nuevamente acabaría con Voldemort, sentía ganas de gritar pero lo dijo, las palabras salieron ahogadas de su garganta.

– Debes hacerlo, Malfoy, por ella y por todos- dijo con un gemido Ron.

Draco miro a Hermione y le apretó una mano, ella le correspondió débilmente, entrelazando sus dedos con los de él.

-Abrázame- Hermione se lo pidió, quería sentirlo por ultima vez. Draco la ayudo a incorporarse y la abrazo, ella apoyo su barbilla en el hombro de él, el corazón de Draco latía rápidamente, ella le dijo al oído – Ron debe desaparecer mi cuerpo con fuego………, quiero que lo haga él, me lo prometió. Esparzan las cenizas, es la única forma de asegurarse que no volveré como vampiro, que Seth no volverá a buscarme.

-Herms- Draco trato de hablar pero no le salían las palabras, estaba anonadado, pero tomo valor de donde no lo tenia. Todas sus ilusiones se hacían añicos -Hermonie, llévame contigo- la abrazaba lo mas fuerte que podía, sentía la energía maligna del Horrocrux sobre la ropa, tratando de escapar de esa estrella de cuatro puntas hecha de cristal.

-No……. no puedo permitir que mueras……. trata de ser feliz…….. no llores por mi- Hermione jadeaba y recordó algo, tenia que decírselo, no podía morir sin decirlo y al final cuando ya no le quedaban mas fuerzas, lo dijo con toda su alma- Te amo.

Draco se estremeció, no pudo evitar lanzar un gemido, y cerro los ojos, tomo la espada de Griffyndor y sujetando a Hermione contra él, respirando cada vez con mas dificultad, coloco la punta de la espada sobre la estrella y con toda la fuerza de la que fue capaz, la hundió sobre el pecho de Hermione, atravesando el Horrocrux, que vibro incontrolablemente, dejando escapar un vaho negro, que desapareció en segundos. Las lágrimas salieron sin control de los ojos de él, ella se quedo inmóvil y dejo de respirar.

“EL ULTIMO ENEMIGO A VENCER ES LA MUERTE” ALBUS DUMBLENDORE, The Deadthly Hallows, JKR.

Hola, espero que les haya gustado, faltan dos capitulos para el final de esta primera parte y luego inmediatamente comenzaremos la segunda etapa.